Las criptomonedas están revolucionando las finanzas, pero también las obligaciones fiscales. En España, operar con bitcoin (BTC) o cualquier criptoactivo exige una declaración precisa ante la Agencia Tributaria, algo que no todos los usuarios dominan.
Desde omitir transacciones hasta descuidar registros, los fallos son frecuentes y, en muchos casos, costosos.
La firma especializada en consultoría sobre tributación y fiscalidad de criptomonedas en España, CL Cripto, detalla los 3 errores más comunes que cometen los españoles a la hora de declarar sus criptoactivos y cómo prevenirlos, junto con recursos prácticos para facilitar el cumplimiento tributario.
Errores frecuentes al declarar criptomonedas y cómo evitarlos
1. No declarar todas las transacciones
Un malentendido habitual es pensar que solo las ventas de criptomonedas por dinero fíat (euros) deben declararse. Sin embargo, Hacienda, a través de la Agencia Tributaria, exige reportar también los intercambios entre criptomonedas, pagos con criptoactivos, ingresos por staking o rendimientos de pools de liquidez.
Para evitar sanciones, los contribuyentes deben incluir todas las operaciones en su declaración de la renta, sin excepciones.
2. No llevar un registro adecuado de las adquisiciones
Sin un historial claro de las compras de criptomonedas, calcular las ganancias o pérdidas patrimoniales se convierte en una tarea compleja y propensa a errores. Por ello, es fundamental mantener un registro detallado de cada transacción, incluyendo fechas, precios de adquisición y cantidades.
Estos datos no solo facilitan la declaración, sino que son esenciales en caso de una inspección de Hacienda, ya que deben coincidir con lo reportado.
3. Compensar incorrectamente ganancias y pérdidas
Aunque las ganancias y pérdidas por la venta de criptomonedas pueden compensarse entre sí, no ocurre lo mismo con pérdidas derivadas de hackeos, robos o estafas.
Estas últimas tributan en la base general del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y solo se compensan con otros ingresos de esa categoría, como los obtenidos por airdrops.
Compensarlas de forma incorrecta puede generar discrepancias y sanciones.
Herramientas y recursos para una declaración sencilla y efectiva
Para facilitar el cumplimiento de estas obligaciones, los contribuyentes cuentan con diversas opciones:
- Software de gestión de criptomonedas: Plataformas como CoinTracking permiten importar transacciones desde exchanges (mediante CSV o APIs) o direcciones públicas en blockchains.
Estas herramientas generan informes fiscales detallados, ahorrando tiempo y minimizando errores. Además, ofrecen una visión unificada de las criptoinversiones, útil para planificar ventas con fines fiscales.
Además gracias a este tipo de software, se unifica la gestión de las criptomonedas y se puede incluso planificar fiscalmente posibles ventas con pérdidas o ganancias en función del interés del usuario.
- Asesoría fiscal especializada: Consultar a expertos en criptomonedas, como los de CL Cripto —donde sus empleados son criptoinversores—, es una solución ideal para casos complejos.
Los impuestos son cuestiones complicadas, y si se combina con algo que tampoco es sencillo, como las criptomonedas, puede generar problemas importantes con Hacienda, por lo tanto, conviene apoyarse en asesores fiscales especializados.
Mientras los asesores tradicionales pueden manejar pocas transacciones, los especialistas son imprescindibles para declaraciones con miles de operaciones en distintas blockchains.
- Recursos educativos: Blogs, webinars y sitios web especializados ayudan a mantenerse al día con las regulaciones fiscales, que cambian con frecuencia.
Cada vez hay más cambios legales, y el desconocimiento de la ley no es una excusa ante Hacienda, por lo que se debe estar siempre al día para evitar problemas.
Declarar criptomonedas en España no tiene por qué ser un dolor de cabeza. Con un registro adecuado, el uso de herramientas tecnológicas y, en caso necesario, el apoyo de asesores especializados, los contribuyentes pueden cumplir con sus obligaciones fiscales y evitar sanciones. En un entorno legal en constante evolución, la clave está en la prevención y la información.