En los últimos años, Latinoamérica ha experimentado un aumento significativo en la adopción de stablecoins, criptomonedas que, a diferencia de Bitcoin o Ethereum, están respaldadas por activos estables, como el dólar estadounidense. Este crecimiento ha convertido a las stablecoins en una alternativa popular para quienes buscan proteger su dinero de la volatilidad económica y la inflación que afecta a muchos países de la región.
De acuerdo a expertos como Igor Pugachevsky, es evidente que el uso de stablecoins seguirá aumentado, y esto no es solo un fenómeno típico de los países de América Latina. Las stablecoins permiten a los usuarios mover dinero de forma rápida, segura y asequible, “lo que las hace especialmente útiles en áreas que enfrentan limitaciones financieras”, puntualiza el cofundador y director de productos de Blum. Además, añade:
“Su uso está siendo impulsado por factores como las bajas tarifas de transferencias internacionales y menores restricciones en transacciones de alto valor”.
¿Cuales han sido los principales factores detras del crecimiento de las stablecoins en Latinoamerica?
El interés por las stablecoins en Latinoamérica surge en un contexto de crisis económica y devaluación de las monedas locales. Países como Argentina, Venezuela y Brasil han enfrentado altos índices de inflación, lo que ha erosionado el poder adquisitivo de sus habitantes. Ante esta situación, muchas personas buscan proteger sus ahorros y su poder de compra utilizando stablecoins vinculadas al dólar, como Tether (USDT) y USD Coin (USDC), que mantienen su valor estable en comparación con las monedas locales.
Otro factor clave es la falta de acceso a servicios bancarios para una gran parte de la población en América Latina. Las stablecoins ofrecen una alternativa accesible y descentralizada, permitiendo a las personas realizar transacciones sin depender de instituciones bancarias tradicionales. Esta característica es especialmente relevante en países donde los servicios financieros son limitados o tienen altos costos asociados.
Además, el creciente interés de empresas y startups fintech en la región ha impulsado el uso de stablecoins como herramienta para facilitar pagos internacionales y remesas. Muchas compañías han comenzado a ofrecer servicios que permiten a sus clientes enviar y recibir pagos en stablecoins, evitando así las comisiones elevadas y los tiempos de espera de las transferencias bancarias tradicionales. Esto se ha convertido en una solución atractiva para los migrantes que envían dinero a sus familias, ya que las remesas en stablecoins suelen ser más rápidas y menos costosas.
María Fernanda Juppet, CEO de CryptoMKT, explicó que el crecimiento de las stablecoins ha sido extraordinario desde lo sucedido por la pandemia en el año 2020. Impulsado por su capacidad para combinar la estabilidad de las monedas tradicionales con la eficiencia y flexibilidad del ecosistema cripto, estas monedas digitales no solo facilitan transacciones rápidas y seguras, sino que también amplían el acceso a herramientas financieras más inclusivas, especialmente en mercados emergentes como América Latina.
Por su parte, Lui Laiza, compliance manager de Fluyez agrego que los negocios que operan con remesas pequeñas de forma recurrente han doblado su número de transacciones en el último año, esto debido a la confianza y seguridad que ofrece las stablecoins en la actualidad.
El auge de las stablecoins en Latinoamérica representa un cambio importante en el panorama financiero de la región. A medida que la inflación y la incertidumbre económica continúan afectando a varios países, estas criptomonedas estables ofrecen una alternativa segura y accesible para resguardar el valor de los ahorros y facilitar transacciones. Aunque las regulaciones sobre criptomonedas aún están en desarrollo en muchos países latinoamericanos, es probable que las stablecoins sigan ganando terreno como una solución innovadora y efectiva para quienes buscan estabilidad financiera en un entorno volátil.