Durante los últimos años la adopción de las criptomonedas ha tenido un crecimiento impresionante. Por ello, se les están conociendo como activos de interés a nivel global.
Un ecosistema en formación
Desde 2021, la adopción de criptomonedas registra una evolución significativa, marcada por avances tecnológicos, cambios regulatorios y una aceptación creciente en diversas economías. Es clave entender que este progreso cuenta con una transformación disímil en cada región.
Un ejemplo destacado es El Salvador, que en junio de 2021 se convirtió en el primer país en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal.
El Salvador, bajo la administración del presidente Nayib Bukele, implementó la Ley Bitcoin con la esperanza de atraer inversión extranjera y modernizar su sistema financiero. A pesar de las expectativas iniciales, la adopción en la nación centroamericana es mixta.
Aunque el gobierno viene acumulando Bitcoin como parte de sus reservas y promueve su uso a través de la billetera digital Chivo, la aceptación entre la población ha sido lenta. A tres años de su implementación, el país sigue enfrentando desafíos en términos de infraestructura y educación financiera.
Al respecto, Jose Luis Guillén, CEO del Exchange, Coincaex, explicó durante el Blockchain Summit LATAM 2024, que el presidente Nayib Bukele y su gobernanza se equivocaron en la manera en que propiciaron la adopción de criptoactivos en el país centroamericano, la cual tenía que hacerse gradual en vez de obligatoria y expedita.
También agregó que “Si eso se hubiera hecho de otra forma, quizás una cuestión de que los salvadoreños la adoptarán conforme fueran queriendo y no como fue, que a partir de tal día todo se tiene que recibir, yo creo que esa opción hubiera sido más suave”.
La evolución de criptomonedas a escala global
En términos globales, la adopción de criptomonedas sigue una trayectoria ascendente. En 2021, el mercado cripto alcanzó un valor total de más de 2 billones de dólares, impulsado por el interés institucional y la adopción masiva de activos digitales como Bitcoin y Ethereum. Empresas como Tesla y MicroStrategy comenzaron a incluir BTC en sus balances, lo que legitimó aún más su uso como reserva de valor.
En 2022 y 2023, la adopción continuó expandiéndose, aunque con cierta volatilidad en los mercados. Países como Estados Unidos y Canadá avanzaron en la regulación de criptomonedas, buscando un equilibrio entre la innovación y la protección del consumidor.
Además, la tecnología blockchain ha encontrado aplicaciones en sectores como la logística, la salud y las finanzas descentralizadas (DeFi), lo que permite ampliar su utilidad más allá de las transacciones financieras.
El camino cripto se sigue contruyendo
En 2024, la adopción de criptomonedas no para de crecer, aunque aún enfrenta desafíos regulatorios y de seguridad. En ese sentido, la Unión Europea muestra avances en la creación de un marco regulatorio unificado, mientras que países como China adoptaron una postura más restrictiva.
Sin embargo, la innovación continúa, con el desarrollo de nuevas soluciones de escalabilidad y privacidad que prometen hacer las criptomonedas más accesibles y seguras para todos. Diversas compañías han colaborado con el crecimiento de la adopción de criptomonedas a nivel global.
Una de las principales empresas detrás de la adopción de activos digitales es Ledger, uno de los referentes en el ámbito de la seguridad de criptomonedas. Esta entidad se reconoce por diversos productos que ayudan a impulsar la adopción cripto, como el Ledger Flex.
Es importante destacar que, desde el 2021 hasta el presente, la adopción de criptomonedas en Europa mueva una evolución significativa, teniendo como impulso la regulación, la innovación y la creciente aceptación entre los consumidores y las empresas. Aunque persisten desafíos, el futuro de las criptomonedas en Europa parece prometedor.