Las declaraciones del gobierno de El Salvador sobre la compra diaria de Bitcoin a lo largo de 2025 han sido desmentidas por un reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este documento, con fecha del 15 de julio de 2025 y derivado de la consulta del Artículo IV junto con la primera revisión de su programa de Facilidad Extendida (EFF) de 1,400 millones de dólares, revela que El Salvador no ha comprado ni un solo Bitcoin adicional para su sector público desde diciembre de 2024, fecha en que se aprobó dicho acuerdo financiero.
La contradicción entre la narrativa oficial y las declaraciones del FMI es notoria. Durante meses, tanto el presidente Nayib Bukele como la Oficina Nacional de Bitcoin de El Salvador mantuvieron una activa campaña en redes sociales, compartiendo actualizaciones que sugerían una continua acumulación de la criptomoneda.
En múltiples ocasiones, Bukele confirmó que el programa de compra diaria seguía vigente y que las tenencias superaban los 6,102 BTC. Estas afirmaciones se difundieron ampliamente y salieron tanto en medios especializados como en la comunidad cripto global.
FMI comenta sobre el aumento en los monederos de Bitcoin de El Salvador
Según el organismo multilateral, el incremento que se observó en los monederos públicos de Bitcoin no se debió a nuevas compras con fondos públicos, sino a movimientos internos y consolidaciones entre diferentes billeteras propiedad del gobierno.
Es decir, las criptomonedas ya existentes se transfirieron, dando la ilusión de una expansión en las reservas, cuando en realidad no hubo una inyección de capital nuevo en el mercado para adquirir más Bitcoin.
Además, el informe también menciona “pequeñas fluctuaciones” en los depósitos de Bitcoin dentro de la billetera electrónica Chivo, del gobierno de El Salvador. Estas variaciones no se tratan del resultado de nuevas adquisiciones, sino que fueron abordadas mediante “medidas correctivas internas”. En esencia, el dinero de los contribuyentes no se ha utilizado para engrosar el stock de Bitcoin del país en lo que va de 2025, según explican en medios como BeInCrypto.
Esta discrepancia plantea serias interrogantes sobre la transparencia y la comunicación gubernamental de El Salvador, un país que hizo historia en 2021 al convertirse en la primera nación en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal. Sin embargo, la posición del país ha evolucionado bajo la presión de organismos internacionales y debido a una situación fiscal frágil.
Un cambio en los planes financieros con BTC
En enero de 2025, El Salvador dio un giro significativo en su estrategia: despojó a Bitcoin de su estatus de moneda de curso legal y se comprometió a no destinar recursos públicos para la adquisición de más criptomonedas. Los hallazgos del FMI confirman que el gobierno salvadoreño está, de hecho, cumpliendo con estos compromisos financieros como parte de las condiciones para acceder a la asistencia económica del Fondo.
Esta medida se enmarca en un esfuerzo más amplio por mejorar la transparencia fiscal y la disciplina de mercado bajo el programa respaldado por el FMI. Además, el gobierno se comprometió en hacer pública la información financiera de las empresas estatales y a desmantelar Fidebitcoin, el fideicomiso público de Bitcoin.
La comunidad global de Bitcoin y los observadores financieros estarán atentos a los próximos pasos de El Salvador. La fecha límite de finales de julio para la privatización de Chivo Wallet será una prueba clave para determinar si el país se apega a los hechos y a sus compromisos, o si persiste en una narrativa que discrepa de la realidad fiscal y operativa.