2021 fue un excelente año para el mercado de criptomonedas, experimentando un enorme crecimiento y aceptación en países de todo el mundo. Sin embargo, el atractivo de estos activos para nuevos inversionistas también atrajo a algunos estafadores que lograron dar su golpe maestro en 2021. ¿Serán capaces de repetir la hazaña en 2022?
Las peores estafas del 2021
1. SQUID
Luego de que Netflix lanzara una serie original llamada Squid Game, un grupo de estafadores aprovecho la popularidad del programa para crear una criptomoneda homónima, SQUID, que no estaba relacionada con el show, sus creadores o Netflix.
El 20 de octubre, SQUID debutó como un token para jugar y ganar y se agotó casi inmediatamente, inicialmente con una cantidad de entrada de 456 en supuesta reverencia al número de jugadores del programa.
La plataforma también permitía a los jugadores adquirir tokens jugando a seis juegos destacados. En un momento dado, SQUID llegó a alcanzar los 523 dólares y, en cinco minutos, se desplomó hasta los 0.0008 dólares.
Poco después, los jugadores se dieron cuenta de que ya no podían retirar o intercambiar sus SQUID. Después de eso, los creadores desconocidos aparentemente cobraron los fondos y se dieron a la fuga, un concepto conocido en el espacio de las criptomonedas como un “tirón de alfombra”.
2. Africrypt
Sudáfrica pareció haber abrazado el mercado de criptomonedas el año pasado, y muestra de esto fue Africrypt, una empresa de inversión en criptomonedas en Sudáfrica dirigida por dos hermanos. Ameer y Raees Cajee prometieron a los inversores la devolución de sus depósitos. Pero pocos se dieron cuenta se trataba de un esquema fraudulento.
El director de operaciones (COO) Ameer Cajee dijo a sus clientes en abril que la empresa había sufrido un hackeo y les instó a no recurrir a la justicia. Ameer afirmó que denunciar a las autoridades entorpecería el proceso de recuperación.
Los clientes desestimaron la advertencia e involucraron a los abogados y a otras autoridades, que descubrieron que la historia no se sostenía tras una investigación. En una respuesta de Bloomberg, el bufete de abogados implicado reveló además que los empleados no pudieron acceder al backend de la plataforma siete días antes de la supuesta brecha.
Aunque los abogados han cifrado los fondos robados en casi 3.600 millones de dólares en Bitcoin, Raees insiste en que el total de fondos desaparecidos se sitúa en un máximo de 5 millones de dólares. En cualquier caso, ambos hermanos están actualmente en fuga.
3. SaveTheKids
Influencers y estafas parecen en general llevarse de la mano. Muchos son los casos donde celebridades, a partir de una atractiva propuesta y poca información, promocionan iniciativas entre sus seguidores sin ser conscientes de la verdadera naturaleza de las mismas.
Este fue el caso del token SaveTheKids, que alcanzó la popularidad gracias a los repetidos e intensos esfuerzos algunos influencers, entre los que se encuentran conocidas celebridades de Instagram y TikTok. En junio, los miembros del popular clan de eSports, FaZe, promovieron SaveTheKids como una criptomoneda de caridad para ayudar a recaudar fondos para organizaciones benéficas de niños.
Sin embargo, poco después del lanzamiento del token, los patrocinadores iniciales, que casualmente poseían una cantidad significativa de tokens en su cartera, vendieron sus participaciones, haciendo que el precio se hundiera.
En resumen, SaveTheKids dejó de tener valor para todos, excepto para los que pudieron cobrar antes. Además, la gente vinculó a Kay, miembro del clan FaZe, con una serie de criptomonedas que se desplomaron de la misma manera poco después de su lanzamiento.
¿Qué podemos esperar del 2022?
A medida que más personas entran en el sector de las criptomonedas, se espera un crecimiento tanto en utilidad como en volumen. Sin embargo, estos mismos factores también son atractivos para los estafadores, que probablemente seguirán encontrando nuevas formas de engañar a la gente para que pierda sus activos.
Para frenar este posible fraude, desde Coingape recomendamos investigar la naturaleza de estas estafas, tomando en cuenta la economía del token, como está repartido, que personas apoyan el proyecto y si está registrado legalmente como activo comerciable en su país de origen.