Mastercard da un paso audaz hacia la convergencia entre finanzas tradicionales y criptomonedas al anunciar una alianza estratégica con MoonPay para lanzar tarjetas de pago con stablecoins.
Esta colaboración permitirá que millones de usuarios y comercios en todo el mundo realicen transacciones con monedas estables, las cuales se convertirán instantáneamente en moneda fiduciaria al momento del pago, gracias a la infraestructura tecnológica de Iron, empresa adquirida por MoonPay en marzo.
El poder de Mastercard junto a la potencia de Iron
Iron será la pieza clave para impulsar el uso de stablecoins gracias a su API (Interfaz de Programación de Aplicaciones), que facilita la interacción de los usuarios con los beneficios y usos de las billeteras cripto.
Con esta iniciativa, Mastercard busca integrar las stablecoins en su red global, que abarca más de 150 millones de comercios. Al mismo tiempo, demostrará que los pagos digitales son y serán seguros, rápidos y accesibles para empresas, fintech y consumidores.
En ese sentido, la alianza representa un avance significativo hacia la adopción masiva de activos digitales estables, que ganan terreno frente a criptomonedas volátiles como Bitcoin debido a su confiabilidad y preferencia en el comercio diario.
Abrir el camino para una regulación
Este movimiento ocurre en un contexto regulatorio complejo en Estados Unidos, donde la falta de avances en la legislación sobre criptomonedas estables podría demorar reformas hasta 2029, según expertos legales.
A pesar de esta incertidumbre, Mastercard continúa consolidando su posición en el ecosistema cripto, complementando esta alianza con MoonPay con colaboraciones previas con plataformas como OKX y Nuvei para expandir su oferta en pagos con criptomonedas.
En concreto, Mastercard y MoonPay son los principales actores de una nueva era enfocada en pagos digitales, donde las stablecoins dejan de ser solo un activo de inversión para convertirse en un medio de pago cotidiano, integrando la innovadora y desarrollada tecnología blockchain con la infraestructura financiera global.