Solana (SOL) experimentó una caída cercana al 10% en junio, situándose alrededor de los $140 dólares al 27 de junio, pero varios factores podrían revertir esta tendencia bajista en el corto plazo.
Factores que podrían impulsar a Solana
Entre los aspectos que serían de ayuda para que el precio de Solana aumente en los siguientes días se encuentran los siguientes:
1. Fuerte interés institucional por los ETFs de SOL
El creciente número de solicitudes para ETFs de Solana al contado por parte de grandes gestoras como Invesco Galaxy, VanEck y BitWise refleja un interés institucional significativo.
Según datos de Polymarket, la probabilidad de aprobación de estos productos antes de fin de año es del 91%, lo que podría atraer grandes flujos de capital y reforzar la confianza en el activo.
2. Incremento del volumen en exchanges descentralizados (DEX)
Solana se posicionó como la segunda blockchain con mayor volumen de operaciones en DEX durante los últimos 30 días, superando incluso a Ethereum en este indicador. Este aumento en la actividad sugiere una mayor utilidad y demanda de SOL, lo que históricamente ha sido un catalizador para repuntes de precio.
3. Adopción institucional y gubernamental
El estado de Wyoming anunció el uso de la blockchain de Solana para el lanzamiento de una stablecoin estatal, WYST. Esta integración oficial refuerza la legitimidad de Solana y puede incentivar la adopción por parte de otros actores institucionales y gubernamentales.
Niveles técnicos a observar
Para que SOL confirme un cambio de tendencia, los operadores deben vigilar dos niveles clave: el soporte en $152 dólares (61,8% de Fibonacci) y la resistencia en $159 dólares (media móvil simple de 50 días). Superar estos umbrales podría desencadenar una subida hacia los $187 dólares. Sin embargo, el RSI actual de 43 indica que la presión compradora sigue siendo débil, por lo que el repunte podría ser limitado en el corto plazo.
Perspectiva general sobre SOL
A pesar de la reciente corrección, las perspectivas a medio y largo plazo para Solana continúan siendo positivas. Esto es gracias a las proyecciones de precios que anticipan un crecimiento sostenido hacia finales de 2025, siempre y cuando se mantenga el interés institucional y la adopción tecnológica.