El martes, 3 de enero, Sam Bankman-Fried, fundador del intercambio cripto en bancarrota, FTX, hizo su aparición inicial en un tribunal federal en Manhattan. Durante este encuentro, SBF se declaró inocente ante el juez federal de distrito, Lewis Kaplan, de cada uno de los cargos penales que tiene en su contra.
Según los últimos informes, el tribunal ha sugerido el 2 de octubre de 2023 como fecha para el inicio del juicio de SBF. Además, los fiscales han solicitado un requisito adicional de que se le prohíba al criticado fundador del criptoexchange acceder o transferir cualquier activo asociado con FTX o Alameda Research .
Más temprano, en CoinGape, se reportó que el juez Kaplan había aprobado de inmediato la solicitud de SBF de sellar las identidades de sus dos garantes de la fianza.
Cabe señalar que, en lo que los fiscales se han referido como un fraude de “proporciones épicas”, Bankman-Fried está acusado de robar miles de millones de dólares en depósitos de clientes de FTX para mantener de pie a su fondo de cobertura Alameda Research.
Asimismo, estuvo realizando compras de bienes raíces e hizo numerosas contribuciones políticas por cantidades millonarias.
FTX ha perdido millones de dólares
John J.Ray III, nuevo director ejecutivo de FTX, testificó ante el Comité de la Cámara de Servicios Financieros el mes pasado, que el intercambio había perdido cerca de $8 mil millones de dólares en fondos de clientes.
Si bien, en varias entrevistas con distintos medios de comunicación el año pasado, se vio a Bankman-Fried negando la combinación de fondos, luego admitió el hecho de que FTX no había prestado suficiente atención a la gestión de riesgos.
Después de su comparecencia inicial ante un tribunal federal de los Estados Unidos el 22 de diciembre, Bankman-Fried recibió la orden de permanecer bajo arresto domiciliario tras pagar una fianza de 250 millones de dólares al poner una vivienda en donde reside con sus padres como garantía.
Sin embargo, en caso de declararse culpable en octubre, Bankman-Fried podría ser sentenciado a 115 años de prisión.